Disponible en el Reino Unido, envío gratuito a través de Royal Mail 48 con seguimiento
Los utensilios de cocina Yokkaichi Banko datan de hace unos 270 años. Utilizan "petalita", una tierra especial conocida por su excelente resistencia al calor para ollas.
Las ollas de barro japonesas son conocidas por su efecto infrarrojo lejano que permite que los ingredientes se cocinen lentamente a la perfección, mientras mantienen el calor.
El diseño simple y moderno le permite cocinar comidas al estilo japonés u occidental.
Excelente resistencia al calor y durabilidad.
El hermoso diseño le permite servir la comida en su mesa tal como está, directamente de la olla.
Apto para 3-4 personas

Horno de gas disponible
Tamaño: diámetro 25 x 29 x altura 14 cm
Peso del producto: 2,3 kg
Material: Cerámica resistente al calor.
Capacidad: 2,1L
Solo gas
Hecho en Japón.
Instrucciones
Cuándo usarlo por primera vez
Las ollas de barro son de cerámica y por tanto absorben agua.
Esta característica es necesaria para evitar que las ollas de barro se agrieten al calentarlas al fuego, pero también puede provocar fugas, olores y moho.
Para prevenir estos problemas se debe aplicar el siguiente tratamiento al inicio de su uso.
Hierva el agua con 1 o 2 cucharadas de harina a fuego medio-bajo y déjela enfriar. Lávela antes de usarla.
Al utilizar
No lo pongas al fuego mientras aún esté húmedo.
No utilice la olla para freír alimentos.
No deje alimentos en la olla de barro durante mucho tiempo. Esto puede causar olores y moho.
No toque la olla directamente, ya que se calienta mucho durante la cocción. Use una agarradera al colocarla sobre la mesa.
Después de usar
No lo dejes en agua.
Se pueden lavar con detergente, pero asegúrese de enjuagar bien el detergente.
Después de limpiarlo, séquelo bien en un lugar bien ventilado antes de guardarlo. Un secado insuficiente puede provocar la aparición de moho.
Para quemar una olla de barro, hierva agua (o agregue bicarbonato de sodio) en la olla de barro y lávela con una esponja cuando la quemadura forme ampollas y desaparezca.
Si el olor persiste, después del lavado, mezcle agua caliente y vinagre (o jugo de limón y cáscaras de té) en una olla de barro, déjela reposar durante la noche, enjuague con agua fría y deje secar naturalmente.